martes, 19 de abril de 2011

España, 19 de Abril del 2011

Hoy, a eso de las 13:00, llegué al aeropuerto de Alicante donde me esperaban mis padres para llevarme a casa. Un año sin verles.

No puedo decir que esté dando saltos de alegría por haber vuelto. Tampoco digo que me arrepienta. Simplemente, me siento extraña.

He querido conducir de vuelta a casa. Después de un año sin manejar un coche, realmente lo he disfrutado a pesar de que estaba muy cansada por el viaje.

Ahora me paso el tiempo reparando en cosas estúpidas como, por ejemplo, la cisterna del inodoro se llena de agua más rapidamente aquí.

No me apetece hablar con nadie. Sólo tengo ganas de estar como autista, procesando a mi ritmo este nuevo cambio en mi vida.

Necesitaba volver a casa, alejarme de Mozambique para poder verlo desde otra perspectiva. Eso no significa que no vaya a echar de menos a los que se convirtieron en mi familia allí.