viernes, 10 de septiembre de 2010

Nampula, 10 de Septiembre del 2010

Hoy, el día ha venido cargadito de emociones.

El próximo domingo es mi cumpleaños. Vivien, que ha estado toda la semana tramándolo, hoy ha reunido a alumnos y profesores para que me hicieran una fiesta sorpresa. Todos estaban compinchados y yo, feliz de mí, sin imaginarme lo que se estaba "cociendo" a mis espaldas. Los alumnos, por iniciativa propia, me han cantado una canción compuesta por ellos, me han traído presentes... qué sé yo, he tenido de todo, no ha faltado nada, para mí ha sido perfecto.

Me he conmovido enormemente cuando he visto cómo mis alumnos me homenajeaban. He querido fotografiarme con todos para tener el recuerdo de cada uno en este día. Me ha encantado ver la ilusión que mostraban al fotografiarse conmigo. No tengo palabras suficientes para describir cuánto de bien me han hecho sentir.
Como decía Tatiana: "Cumplir los 37 en Mozambique y que tus alumnos te sorprendan con una fiesta, ¿quién te lo iba a decir a ti?". Vivien sabía que el mejor regalo de cumpleaños que podía hacerme era ese: ellos (gracias, compañera). Acertó de lleno. Nunca olvidaré este día.
Como no, al final he acabado deshecha en lágrimas aunque, en ningún momento, se ha borrado de mi cara la enooorme sonrisa que me ha colocado el ver a todos encantados de verme ilusionada con ellos.

Y, para acabar la tarde de la mejor manera, saliendo de la Universidad, llegaba el machibombo (bus) escolar cargadito con el aparataje que llevamos esperando desde enero. No me ha faltado tiempo para llamar a la delegada de clase y darle la noticia. Vaya que si se ha alegrado. Por fín, tenemos material para hacer prácticas, por fín, los alumnos podrán dejar de imaginarse "cómo sería" y pasarán a comprobar por ellos mismos "cómo es". Por fin, podremos hacer en Nampula exámenes refractivos como mandan los cánones.

La lista de espera, de personas que están esperando para ser graduadas, hace tiempo que dió la vuelta a la manzana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario