miércoles, 17 de noviembre de 2010

Nampula, 17 de Noviembre del 2010

Nunca he tenido a nadie que me colocara el desayuno en la mesa todos los días y sin rechistar. Volver del trabajo y encontrar la comida hecha y la casa limpia es algo grande. Nada de preocuparse por lavar la ropa, ni por el frigo vacío, ni por quitar la mesa...

Tenemos nueva empleada en casa. Se llama Amina y empezó a trabajar el lunes. A la anterior, Mariama, la despedimos porque a Vivien le faltaron 400 dólares de casa. Nadie más que ella pudo haber sido.

Encontrar una empleada eficiente y de confianza es difícil. Aquí, la mayor parte de los empleados roban, cada uno a su manera. Sisan en la cuenta de la compra (si los tomates estaban a 45 dicen que los compraron a 50 y se embolsan la diferencia) o en las cosas de casa (se van llevando pequeñas cantidades arroz, azúcar, lavavajillas, etc.) y una puede hacerse más o menos la ingenua dependiendo de lo satisfecha que esté con su trabajadora pero, cuando falta una cantidad relativamente importante de dinero la decepción es demasiado grande.


El salario base en Mozambique es de unos 1500 Meticales (aprox. 33€). El salario de un oficinista rondará los 2500 MT; en las universidades, los salarios rondan los 20000-30000MT, dependiendo de la titulación. Las diferencias entre clases son increíbles.

En los dos supermercados que tiene Nampula, la comida está a precio europeo. Al parecer, hace tres años estaba todo mucho más barato en la ciudad. Cuentan que algunos artículos han duplicado el precio.
Antes de venir a Mozambique, varias personas me dijeron que aquí las cosas están supereconómicas... esas personas conocieron otros tiempos mozambicanos distintos a los de ahora.

Menos mal, dentro de los barrios, los precios de las verduras y demás son más asequibles, aun así, la cantidad de pobreza extrema es sobrecogedora.

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