martes, 13 de julio de 2010

Nampula, 13 de Julio del 2010

Ayer, a primera hora de la mañana, una comisión formada por cinco personas se dejó caer en casa sin previo aviso. Venían a revisar el estado de la vivienda. Yo estaba recién levantada mi habitación estaba hecha una leonera. Una vez más, me sentí invadida.

Nos dieron una buena noticia: la semana siguiente nos trasladaban al edificio donde moran los profesores extranjeros (que, se supone, es donde mejor “funciona” internet).

Hace un par de meses, otra comisión también visitó la casa, de la misma manera (sin aviso previo), para conocer qué cosas necesitaban mejora. Vinieron, revisaron, hicieron dos chapuzas y dejaron todo como estaba.

Esta tarde, a eso de las 19:00 h., hemos recibido otra nueva no tan agradable: pasado mañana (jueves) nos trasladamos a una casa provisional hasta el lunes. De modo que, haz maletas, trasládate, deshaz maletas, vuelve a hacer maletas, requetetrasládate y vuelve a deshacerlas, total, para cuatro días. Es bastante desconcertante.

El motivo de este sinsentido es que el viernes llega a Nampula el director de la nueva Facultad (Arquitectura) y quieren hacer para él las mejoras que en la casa no hicieron para nosotras y, como los apartamentos del edificio donde estamos destinadas a vivir (temporalmente, mientras acaban la construcción del nuevo campus) aun no están preparados a pesar de haber tenido tiempo de sobra… pues eso.

Una vez más, sufrimos unos la ineficacia de otros.

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