sábado, 19 de junio de 2010

Nampula, 03 de Junio del 2010

¿Qué pasa cuando llegas a Mozambique esperando que tengan tu alojamiento preparado y no es así?
¿Qué pasa cuando te dicen que vas a tener comunicación (internet) con el mundo exterior y, dos meses después, eso sigue siendo tan sólo una promesa?
¿Qué pasa si el tv, ducha, microondas y horno de tu casa no funcionan y, por más que des el aviso para que vengan a arreglarlos, pasan los días y nadie hace nada? (aun no me ha pasado a mí, pero sí a otras personas?
¿Qué pasa si olvidan pagar la electricidad de dónde vives y te tiras una semana sin luz? (aun no me ha pasado a mí, pero sí a otras personas?
¿Qué pasa si, cuando tienes que ir al trabajo, el autobús encargado de llevarte hasta allí no cumple el horario?
¿Qué pasa si tu salario se demora meses en ingresar?
¿Qué pasa cuando tu calidad de vida está en manos de personas que no trabajan eficientemente?

Pues pasa que acabas hasta las narices de todo.

Trabajar aquí no es nada fácil. Vivir aquí tampoco. Pero, cuando estás a punto de mandarlo todo a la mierda, de repente, tienes un día bueno y piensas que esta experiencia merece la pena.

“Escoge bien tus amigos aquí porque, ellos serán tu única familia durante el tiempo que te quedes y, después, te duraran para toda la vida”. Sabia frase. Quien dijo ésto, sabía de lo que hablaba. Tener un día condenadamente malo en un lugar donde todo te recuerda a nada puede llevarte a la paranoia si no hay alguien cerca que te ayude a acabarlo con una sonrisa.

Gracias, Bárbara. Gracias, Tatiana. Gracias, profesores cubanos… Gracias a todos los que estáis por llegar.

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