sábado, 19 de junio de 2010

Nampula, 09 de Mayo del 2010

Doy clase los martes y viernes de 7 a 9 de la mañana. Como la materia que estoy impartiendo es muy básica y los temas me los dan preparados, no me lleva demasiado tiempo el preparar las clases. Así, hay días que me puedo permitir remolonear en la cama todo lo que me apetezca. En agosto, con el nuevo curso, se me acabará el chollo.

El supermercado más conveniente para comprar me queda a 20 minutos caminando. El volver cargada con las bolsas ha tenido la culpa de que sólo haya ido dos veces. La mayor parte de los días como fuera de casa o en la Universidad.

En el comedor de la Uni la comida es gratuita. El menu siempre es arroz blanco escurrido con algo (pollo, pescado, ternera). Es simple pero está rico.

Aun no tengo alojamiento definitivo. Sigo en la casa que hay junto a la del Magnífico Rector. Tiene las comodidades que, seguramente, en la que me busquen no tendré pero, no sé, parece que la idea de que en cualquier momento me puedan decir 'recoge que te trasladas a otro sitio' hace que no me sienta todo lo agusto que quisiera. Al parecer, está complicado encontrar casa en Nampula. También es cierto que aquí no se mantan por trabajar, así que tampoco estarán buscando mucho. En fin, aquí sigo.

El estar muy lejos de casa, hace que entre los profesores extranjeros haya mucha fraternidad. Nos apoyamos unos a otros ayudándonos en lo que podemos. Ese compañerismo es muy agradable, hace que el estar aquí sea más agradable. Aun así, hay días en que no se puede evitar la morriña.

Han abierto un curso de inglés para los profesores. Lunes y jueves de 4 a 6. No pienso perdérmelo.

Esta mañana, Bárbara (profesora de inglés) y yo hemos ido a Naibuco. Está a unos pocos kilómetros de Nampula. Colgaré las fotos cuando vuelva a tener internet del barato para que veáis cómo son aquí los montes. La erosión los ha redondeado dándoles una forma completamente distinta a lo que ya conocía.

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